La fabula – son historias cortas, algunas divertidas, otras dramáticas, pero siempre acompañadas de un mensaje final conocido como «la moraleja de la historia». Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en los grupos de WhatsApp.
El griego Esopo es considerado el padre de la fábula, seguido por los escritores Fedro y el famoso francés Jean de La Fontaine.
Normalmente los personajes de las fábulas son animales o seres imaginarios. Esta es una excelente herramienta para entretener y educar a los niños.
Hemos reunido a continuación las 17 MEJORES FÁBULAS CORTAS, especialmente seleccionadas para una breve lectura llena de valores.
A través de estas historias cortas, podremos reflexionar sobre la honestidad, humildad, paciencia, trabajo duro, y muchas otras lecciones que probablemente no serán olvidadas tan fácilmente.
1.- Fábula del león y el ratón
Dormía tranquilamente un león, cuando un ratón empezó a juguetear encima de su cuerpo. Despertó el león y rápidamente atrapó al ratón; y a punto de ser devorado, le pidió éste que le perdonara, prometiéndole pagarle cumplidamente llegado el momento oportuno. El león echó a reír y lo dejó marchar.
Pocos días después unos cazadores apresaron al rey de la selva y le ataron con una cuerda a un frondoso árbol. Pasó por ahí el ratoncillo, quien al oír los lamentos del león, corrió al lugar y royó la cuerda, dejándolo libre.
Fábula del león y el ratón
Días atrás le dijo, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.
Moraleja: Nunca desprecies las promesas de los pequeños honestos. Cuando llegue el momento las cumplirán.
2.- Historia del zorro y el cuervo
Un cuervo robó a unos pastores un pedazo de carne y se retiró a un árbol.
Lo vio un zorro, y deseando apoderarse de aquella carne empezó a halagar al cuervo, elogiando sus elegantes proporciones y su gran belleza, agregando además que no había encontrado a nadie mejor dotado que él para ser el rey de las aves, pero que lo afectaba el hecho de que no tuviera voz.
Historia del zorro y el cuervo
El cuervo, para demostrarle al zorro que no le faltaba la voz, soltó la carne para lanzar con orgullo fuertes gritos.
El zorro, sin perder tiempo, rápidamente cogió la carne y le dijo: Amigo cuervo, si además de vanidad tuvieras entendimiento, nada más te faltaría realmente para ser el rey de las aves.
Moraleja: Cuando te adulen, es cuando con más razón debes cuidar de tus bienes.
3.- Cuento corto de la cigarra y la hormiga
4.- Fábula de la gallina de los huevos de oro
Dicen que la avaricia rompe el saco. Un buen ejemplo es del hombre que hubo una vez, cuya gallina todos los días le ponía un hermoso huevo de oro. Aquel hombre, feliz por ser el dueño de tan increíble animal, imaginó que se haría rico con el tesoro que aquella gallina debía albergar en sus entrañas.
Fábula de la gallina de los huevos de oro
Ni corto ni perezoso decidió sacrificar al pobre animal para poder comprobar cuánto brillaba el tesoro de la gallina. Sin embargo, al abrirla pudo comprobar con sus propios ojos, como aquella gallina era igual por dentro que aquellas que no ponían ni un solo huevo extraordinario. Y de esta forma fue como el hombre de la gallina de los huevos de oro, se privó de su gran fortuna.
Moraleja: Gran mensaje y lección para las personas egoístas… De la noche a la mañana, el rico se vuelve pobre por no conformarse con lo que gana.
5.- Fábula de la liebre y la tortuga
Cierto día un conejo se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó:
– Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia.
Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron al zorro que señalara el camino y la meta.
Fábula de la liebre y la tortuga
Llegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida.
Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.
Moraleja: Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.
6.- Historia del zorro y el cuervo hambriento
Un flaco y hambriento cuervo se posó en una higuera, y viendo que los higos aún estaban verdes, se quedó en el sitio a esperar a que maduraran.
Historia del zorro y el cuervo
Vio un zorro al hambriento cuervo eternizado en la higuera, y le preguntó qué hacía. Una vez que lo supo, le dijo: Haces muy mal perdiendo el tiempo confiado a una lejana esperanza; la esperanza se llena de bellas ilusiones, mas no de comida.
Moraleja: Si tienes una necesidad inmediata, de nada te servirá pensar satisfacerla con cosas inalcanzables.
7.- Fábula de la rana y el escorpión
Cierto día, el escorpión se hallaba en la orilla de un río, intentando encontrar una manera de cruzar al otro lado.En verdad tenía prisa por acabar con aquella situación, puesto que necesitaba evitar el agua. No obstante, sabía que si se acercaba siquiera la corriente lo arrastraría y no se podría salvar.
Fue entonces que miró a la rana, que se hallaba descansando cerca de la orilla y una idea se le ocurrió. Acercándose hasta ella, le pidió de favor que la llevara sobre su espalda para impedir que se ahogara.
Fábula de la rana y el escorpión
– Por favor -le dijo-, deja que vaya sobre ti para poder cruzar el río. Yo no sé nadar y no encuentro otra forma de poder llegar.
– Si hago eso me picarás-dijo la rana desconfiando.
– No digas tonterías, si lo hiciera los dos moriríamos, porque yo me hundiría contigo-le explicó el escorpión.
Quedándose satisfecha con esta respuesta, la rana se prestó para hacer lo que le indicaba. Dejo que el escorpión trepara en sus lomos y comenzó a nadar hacia la orilla opuesta. A mitad del trayecto sin embargo, sintió un piquete.
– ¿Por qué has hecho eso?-preguntó alarmada-. ¡Ahora vamos a morir los dos!
– Lo siento mucho -dijo el escorpión-. Es que no pude evitarlo. Creo que no puedo ir en contra de mi naturaleza.
Moraleja: Hay personas que a veces no pueden cambiar. No es bueno fiarse de toda la gente, porque a pesar de tener las mejores intenciones, pueden ceder a la traición si no están acostumbradas a ver por los demás.
8.- Fábula de la rana y el zorro
Gritaba un día una rana desde su pantano a los demás animales:
– ¡Soy médico y conozco muy bien todos los remedios para todos los males!
La oyó un zorro y le reclamó: ¿Cómo te atreves a anunciar ayudar a los demás, cuando tú misma cojeas y no te sabes curar?
Moraleja: Nunca proclames ser lo que no puedes demostrar con el ejemplo.
9.- Fábula del lobo y el cabrito encerrado
Protegido por la seguridad del corral de una casa, un cabrito vio pasar a un lobo y comenzó a insultarle, burlándose ampliamente de él. El lobo, serenamente le replicó: ¡Infeliz! Sé que no eres tú quien me está insultando, sino el sitio en que te encuentras.
Moraleja: Muy a menudo, no es el valor, sino la ocasión y el lugar, quienes proveen el enfrentamiento arrogante ante los poderosos.
10.- Fábula de los perros hambrientos
Vieron unos perros hambrientos en el fondo de un arroyo unas pieles que estaban puestas para limpiarlas; pero como debido al agua que se interponía no podían alcanzarlas decidieron beberse primero el agua para así llegar fácilmente a las pieles. Pero de tanto beber y beber, reventaron antes de llegar a las pieles.
Moraleja: Ten siempre cuidado con los caminos rápidos, pues no siempre son los más seguros.
11.- Fábula del perro y la liebre
Un perro de caza atrapó un día a una liebre, y a ratos la mordía y a ratos le lamía el hocico. Cansada la liebre de esa cambiante actitud le dijo: ¡Deja ya de morderme o de besarme, para saber yo si eres mi amigo o si eres mi enemigo!
Moraleja: Sé siempre consistente en tus principios.
12.- Fábula de la rana y el león
Oyó una vez un león el croar de una rana, y se volvió hacia donde venía el sonido, pensando que era de algún animal muy importante.
Esperó y observó con atención un tiempo, y cuando vio a la rana que salía del pantano, se le acercó y la aplastó diciendo:
– ¡Tú, tan pequeña y lanzando esos tremendos gritos!
Moraleja: Quien mucho habla, poco es lo que dice.
13.- Fábula del buey y la becerra
Viendo a un buey trabajando, una becerra que sólo descansaba y comía, se condolió de su suerte, alegrándose de la de ella.
Pero llegó el día de una solemnidad religiosa, y mientras al buey se le hacía a un lado, cogieron a la becerra para sacrificarla.Viendo lo sucedido, el buey sonriendo dijo:
– Mira becerra, ya sabes por qué tú no tenías que trabajar: ¡es que estabas reservada para el sacrificio!
Moraleja: No te ufanes de la ociosidad, pues nunca sabes que mal trae oculto.
14.- Fábula de la víbora y el zorro
Arrastraba la corriente de un río a una víbora enroscada en una maraña de espinas. La vio pasar un zorro que descansaba y exclamó:
– ¡Para tal clase de barco, tal piloto!
Moraleja: Personas perversas siempre conectan con situaciones perversas.
15.- Fábula del oso y el zorro
Se jactaba un oso de amar a los hombres vivos por la razón de que no le gustaban los cadáveres. El zorro le replicó:
– ¡Quisieran los dioses que destrozaras a los muertos y no a los vivos!
Moraleja: Nunca pienses en destruir lo que es útil. Si quieres mejorar algo que funciona, tómalo como base inicial, sin dañarlo, y no como material de desecho.
16.- Fábula del cazador y el leñador
Buscando un cazador la pista de un león, preguntó a un leñador si había visto los pasos de la fiera y dónde tenía su cubil.
-Te señalaré el león mismo. -dijo el leñador.
-No, no busco el león, sino sólo la pista, repuso el cazador pálido de miedo y castañeteando los dientes.
Moraleja: Si quieres ser atrevido en las palabras, con más razón debes ser valiente con los actos.
17.- El labrador y la víbora
Llegado el invierno, un labrador encontró una víbora helada de frío. Apiadado de ella, la recogió y la guardó en su pecho. Reanimada por el calor, la víbora, recobró sus sentidos y mató a su bienhechor, el cual, sintiéndose morir, exclamó:
– ¡Bien me lo merezco por haberme compadecido de un ser malvado!
Moraleja: No te confíes del malvado, creyendo que haciéndole un favor vas a cambiarle su naturaleza.
Acerca de las fábulas
Se considera que las fábulas se originaron en Oriente por los asirios y babilonios, sin embargo fue Esopo, un esclavo de la antigua Grecia que vivió en el siglo VI a.C., quien las desarrolló a mayor escala. El francés Jean de La Fontaine fue un gran promotor de las fábulas de Esopo. Fontaine reescribió las fábulas con fines educativos y caracterizó a los personajes según su apariencia.
Leer fábulas a los niños es una de las mejores maneras de hacer que reflexionen sobre un acontecimiento en particular. Además de ser una gran forma de entretenerlos, la moraleja de la historia resulta ser el momento perfecto para que los padres enseñen a sus hijos valores y moral.
En cuanto a las características del género fábula, podemos decir que se trata de una composición literaria en prosa y, en general, muy breve. Los personajes de las fábulas son animales que se personifican a sí mismos, es decir, adquieren características de seres humanos.
Es importante señalar que existen otros géneros narrativos muy cercanos a la Fábula, diferenciándose únicamente en relación con los tipos de personajes que aparecen en los textos, como el Apologo (objetos inventados, seres inanimados y partes del cuerpo de los seres vivos) y la Parábola (sólo seres humanos).
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