Leyendas Ecuatorianas de la Costa, Sierra y Oriente. Resumen de las leyendas más populares y tradicionales de la sierra, costa y amazonía del Ecuador.
Índice
- Leyendas Ecuatorianas de la Costa
- Las Leyendas Ecuatorianas de la Sierra
- Leyendas Ecuatorianas del Oriente
Las leyendas ecuatorianas suelen representar relatos. Que en determinadas ocasiones tienen su origen en algún acontecimiento histórico. Pero llegan a estar complementadas con varios elementos catalogados como fantásticos. Son identificadas como una producción literaria, a la vez de creación colectiva, sobre la que llegan a desarrollarse distintas versiones.
Las leyendas ecuatorianas se llegan a diferenciar de los mitos. En que los segundos se identifican como relatos maravillosos cuyos protagonistas son personajes sobrenaturales o extraordinarios.
En el caso del Ecuador, a pesar de constituir un país pequeño en extensión. Tiene una gran diversidad y riqueza cultural. Que se pone de manifiesto en parte por la amplia variedad de leyendas y el folclore que posee. Acorde a las actividades típicas desarrolladas en el territorio nacional. Está adquieren la forma en dependencia de la zona o región donde acontecen. Ello responde directamente a la manera de narrar la leyenda que se erigen como un compilado de historias populares. Las cuales han sobrevivido con el transcurso de los años, principalmente a partir de su adecuada transmisión vía oral.
Al respecto se conoce que la gran mayoría de este tipo de historias, fueron desarrolladas en el periodo de la conquista española sobre este territorio. El traspaso de las leyendas de generación en generación ha impulsado la fusión de su base histórica con algo de ficción, aunque no se han dejado de lado aquellos elementos identificativos y propios de la cultura sudamericana.
Leyendas populares del Ecuador
A continuación serán expuestas las leyendas ecuatorianas más populares divididas por regiones:
Leyendas Ecuatorianas de la Costa
1.- La princesa triste de Santa Ana
En la zona que en la actualidad se conoce como Guayaquil, vivió un rey que poseía una gran riqueza dentro de sus fortalezas. Este rey tenía una hija que cayó enferma y no había una cura para el mal que padecía. Un buen día apareció un hechicero ante el monarca y este le ofreció una curar a su hija, pero a cambio el rey debía entregar toda su fortuna. El rey rechazó esta propuesta, y ante su negativa un hechizo fue lanzado sobre todas sus tierras, y así condenó a su pueblo a la desaparición.
Es así que, siglos después los conquistadores españoles al escalar uno de los cerros de esa zona, uno de estos expedicionarios encontró a una hermosa princesa, la cual le brindó dos opciones: la primera era una hermosa ciudad llena de oro y la segunda ser una esposa devota y fiel para él. Este conquistador español eligió la opción que contemplaba la ciudad de oro, ante cuya decisión la princesa decidió lanzar una maldición sobre él. El español comenzó a rezarle a la Virgen de Santa Ana para que lo salvara y la virgen lo rescató. De esta leyenda surge el cerro donde fue fundada la ciudad de Guayaquil otorgándole el nombre de Santa Ana.
2.- La Tacona
Esta leyenda tiene sus orígenes en la ciudad de Esmeraldas, donde se cuenta sobre un fantasma de una hermosa joven que recorre las calles y seduce a los hombres cuando hay luna llena. Es así que, los hombres mueren del susto cuando la joven les revela su espantoso rostro que evidencia un cadáver esquelético. Según encierra la historia, este fantasma de la mujer muere luego de ser violada una noche en un callejón. Su espíritu no sabía que había muerto. Por lo que decidió regresar a la casa, asearse y maquillarse, además juró frente al espejo que nunca más dejaría que le hicieran daño.
De esta manera el espíritu de la mujer decidió transitar las calles y recorrer los bares con el objetivo de atraer a los hombres malintencionados con su vestido rojo y sus tacones altos. Un día un hombre apuesto invitó a esta mujer a la playa, y ella aceptó. Posteriormente el hombre quiso abusar de ella, pero al mirar detenidamente su rostro se espantó y huyó del lugar.
La carrera emprendida por este hombre lo llevó al cementerio en cuyo lugar, de forma sorpresiva, y lee el nombre de aquella mujer. Transcurridos algunos años de esa experiencia el hombre visita la tumba de la joven y le lleva una rosa roja. Una vez allí se arrodilla y le agradece porque aquella noche le hizo cambiar y se transformó en un hombre que no maltrata ni utiliza a las mujeres. El hombre sintió una palmada en su hombro y una voz le dijo: “…eso era lo que quería escuchar”, al voltear una mujer de vestido rojo y tacones se alejaba del lugar.
3.- El Tintín
El Tintín es un personaje de la mitología montubia, y llega a ser asociado con el Diablo. Como características se destaca que tiene mediana estatura, sus orejas son grandes y puntiagudas, y lleva un sombrero de jipijapa. En los pueblos situados en el litoral costero de Ecuador han descrito el rostro de este personaje como espeluznante y malvado. Según la leyenda este personaje busca enamorar a las mujeres y las embaraza, a través de artimañas, para posteriormente abandonarlas. Se cuenta que les hacía promesas, les decía palabras de amor, les cantaba con la guitarra o simplemente abusaba de ellas.
El Tintín se esconde en los callejones peligrosos y en los campos, para así buscar jóvenes bonitas y las persigue hasta su casa. Algunos de estos relatos cuentan que el Tintín se escabulle por huecos y que atraviesa las paredes, además se esconde bajo la cama. Una vez que embaraza a las jóvenes las abandona y busca a otra. Esta leyenda resulta ser identificativa de la época colonial donde las mujeres no salían solas a la calle y si una joven salía embarazada, se decía que era obra del Tintín.
4.- El Cerro muerto
Este nombre proviene del conjunto de elevaciones rocosas que existen en la zona de Playas, vía el Morro. Según las historias emanadas de los primeros navegantes, estos vieron unos cerros desde el mar que tenían forma de hombre echado con las manos en el pecho. De ello, se desprenden leyendas sobre lo pesado y extraño que era dicho sitio.
Al respecto existía la creencia de que el lugar estaba encantado debido a que en la antigüedad era costumbre sepultar en dicho lugar a los muertos en vasijas de barro con todas sus pertenencias. Se cuenta que las ánimas transitaban en la media noche por la iglesia a rezar. Por otra parte, existen relatos de personas de comunidades cercanas las cuales han escuchado una banda musical tocando a altas horas de la noche.
5.- El Chuzalongo
El Chuzalongo es una criatura enana de piel pálida, ojos azules o verdes, orejas grandes, nariz achatada y fracciones deformes. Según algunos relatos comentan que este personaje posee los pies en sentido contrario, hacia atrás, con el objetivo de confundir a quienes lo perseguían. Este personaje acostumbraba a atacar y matar mujeres, las descuartizaba, y dejaba a su paso una escena sangrienta.
También el Chuzalongo buscaba pelear con hombres, pero simplemente como un desafío de poder. El Chuzalongo anda desnudo y para librarse de él los hombres deberán quitarse una prenda de ropa y arrojarla, y cuando esta criatura vaya por la prenda se puede huir.
Las Leyendas Ecuatorianas de la Sierra
1.- Cantuña y su pacto con el Diablo
Cantuña era un conocido indígena en su pueblo, que vivió en la época colonial, y al que le fue encomendada la construcción del atrio de la Iglesia de San Francisco en Quito. El indígena acordó con los franciscanos terminarla en seis meses. La bonificación económica por dicha labor era muy buena, pero Cantuña no logró cumplir con el plazo acordado.
Es así como Cantuña a dos días antes de vencerse el término, toma la decisión de vender su alma al Diablo a cambio de que este terminara la edificación del atrio y pusiera todas las piedras necesarias antes de que salieran los rayos del sol del siguiente día. El Diablo aceptó dicho trato y de esa forma envió a varios demonios del Infierno a trabajar en la obra y así poder llevarse el alma del indígena.
No obstante, Cantuña cuando vio que la obra en la iglesia estaba casi terminada elaboró un plan para no perder su alma. Por lo que, Cantuña se acercó al lugar donde estaban las piedras utilizadas para terminar la construcción del último muro y escribió la siguiente frase en una de esas piedras: “Aquel que coloque esta losa en su lugar, reconocerá de inmediato que Dios es mucho más poderoso que él”.
Al día siguiente el Diablo tomó la piedra entre sus manos y al mirar el mensaje tallado, de forma inmediata ordenó a su séquito de demonios regresar al infierno. Es así que, el indígena Cantuña no solamente logró conservar su alma, sino que además concluyó a tiempo la construcción y obtuvo el dinero acordado con los monjes franciscanos.
2.- La doncella de Pumapungo
La localidad conocida como Pumapungo está localizada en la ciudad de Cuenca, y que en siglos pasados representó el destino preferido para descansar por parte de los emperadores incas, en la actualidad se pueden divisar las ruinas de edificaciones realizadas en la época precolombina. Respecto a dichas ruinas se cuenta de que existía en este lugar una fuente sagrada, la cual era de uso exclusivo del emperador inca.
De igual manera el emperador inca era atendido por unas doncellas conocidas como “las Vírgenes del Sol”. Estas mujeres eran educadas y criadas desde pequeñas para que aprendieran diferentes artes y habilidades, con el objetivo de entretener al emperador inca. Una de esas “Vírgenes del Sol” se llamaba Nina y residía en Pumapungo. A pesar de las prohibiciones que existían Nina se enamoró de un sacerdote del templo y ambos enamorados tenían la costumbre de encontrarse a la luz de la Luna en los jardines del templo.
Una vez que el emperador se entera del romance manda a ejecutar al sacerdote y prohibió que se lo comunicaran a Nina. La doncella al ver que su amante no acudía a los encuentros murió de tristeza. En la actualidad se dice que en las noches de Luna llena puede escucharse el lamento de Nina en las ruinas del lugar.
3.- El Guagua Auca
Se cuenta que el Guagua Auca es un demonio surgido del alma de un niño que nació y murió sin ser bautizado. Este demonio infringe terror a los borrachos que deambulan a altas horas de la noche por los caminos. La manifestación de este demonio es a través de un chillido permanente o constante que hace entrar a la persona en un estado de desesperación. Las personas incrédulas o los incautos sin saberlo buscan el origen de ese ruido molesto hasta que encuentran lo que parece ser un niño envuelto en una manta.
Posteriormente las personas una vez que cargan al bebé perciben como la fisionomía del pequeño cambia y se transforma en un demonio. Se ha llegado a contar que las personas que se han topado con el Guagua Auca como resultado han muerto o han soltado espuma por la boca.
4.- El padre Almeida
En el Convento de San Diego vivió hace algunos siglos un joven sacerdote, su nombre el padre Almeida, quien poseía una particularidad y era la afición que tenía hacia el aguardiente y la juerga. Es así que, cada noche el padre Almeida de una forma sigilosa se apoyaba en la escultura de un Cristo yaciente y se escapaba por una ventana. Esta práctica era costumbre del padre Almeida realizarla todas las noches por lo que el Cristo cansado de tanto abuso diario cada noche le preguntaba al padre: “¿hasta cuándo padre Almeida?” y el padre Almeida respondía, “hasta la vuelta, Señor”.
Cuando el padre Almeida alcanzaba la calle, este daba riendas sueltas a su ánimo festivo y tomaba sin control alguno. A la salida de los primeros rayos del sol el padre Almeida volvía al convento. En principio, el padre tenía como objetivo seguir con este ritmo de vida. Pero el destino le jugó una mala pasada lo cual provocó que cambiara su modo de vida definitivamente.
En este sentido, una madrugada el padre Almeida volvía hacia el convento tambaleándose por las calles empedradas de Quito. Cuando divisó un cortejo fúnebre que se aproximaba. Al parecerle extraño este tipo de procesión a esa hora de la madrugada y por la curiosidad que tenía decidió ver en el interior del ataúd y fue cuando vio su propio cuerpo. Se dice que el susto le quitó la borrachera al padre Almeida y este corrió como un loco al convento, del cual nunca más se escapó.
Leyendas Ecuatorianas del Oriente
1.- Kuartam el sapo
Esta leyenda cuenta la historia de un cazador de la cultura Shuar que se internó en el bosque. La esposa le había advertido que no se burlara del sonido que emitiera un sapo si se lo llegara a encontrar. Es así como el cazador en su rutina se encontró con el particular sapo y su sonido y no tardó en imitarlo en forma de burla. El sapo molesto llegó a transformarse en un puma y se comió parte del cuerpo del cazador.
La esposa del cazador al enterarse de lo sucedido decidió tomar venganza y encontrar al zapo. Una vez que lo halló, derribó el árbol donde vivía el sapo lo cual le generó la muerte al animal. En el interior del árbol la mujer de cazador pudo encontrar los restos de su esposo.
2.- Etsa y el demonio Iwia
Iwia constituía un demonio que solía atormentar al pueblo Shuar en la selva. Un buen día este demonio devoró a todos los miembros de una familia Shuar y solo quedó vivo un pequeño niño llamado Etsa. El demonio llevó al niño a su guarida y lo crió como si fuera su hijo, por lo que este se hizo pasar por su padre. El niño creció con la tarea de proveer de pájaros a Iwia como postre.
Un día Etsa se percató que no quedaban más aves en el bosque y en el proceso se hizo amigo de una paloma llamada Yapankam. La paloma le contó a Etsa lo que había sucedido con sus verdaderos padres y le dijo también de qué forma devolver todos los pájaros a la selva. Dicha forma era introducir plumas en la cerbatana y soplar. Etsa hizo todo lo que le indicó la paloma y decidió matar al demonio para así poder liberar a las aves.
3.- Nunkui y la yuca
Cuenta la leyenda que el pueblo Shuar había consumido todos los recursos de la llanura donde habitaban. Es así como, Nunkui, la madre tierra, llegó a ofrecer de regalo a esta comunidad a su hija. La madre tierra también les advirtió, que si podían cuidar de ella, les iba a proveer de alimentos de toda clase, pero caso contrario el pueblo volvería a padecer hambre.
El pueblo Shuar aceptó y recibieron una gran cantidad de alimentos, todos a su disposición, pero, un día la niña fue maltratada por algunos niños de la aldea y el castigo de la madre tierra fue tragarse todos los alimentos ofrecidos. Es por eso que en la actualidad algunos alimentos como la yuca deben ser buscados por debajo de la tierra.