Cómo conservar los limones por más tiempo. La conservación de los alimentos puede representar un dolor de cabeza para muchas personas. Por un lado, hay frutas y verduras que se mantienen frescas en la nevera pero hay otras a las que la temperara tanto fuera como dentro de la nevera acelera su descomposición, una de esas frutas que suelen terminar secas dentro del refrigerador son los limones. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Estas frutas usadas como ingredientes de innumerables platillos o como remedio casero nunca faltan en los hogares sin embargo, su conservación es un reto. Algunas personas optan por guárdalos en la nevera y otras por dejarlas a temperatura ambiente pero con el mismo resultado: pierden su frescura en pocos días, por eso acá te presentamos un truco que te ayudará a mantenerlos por más tiempo.
Truco para mantener frescos los limones
La mejor forma para conservar limones es meterlos en una funda de plástico con agua y luego guardarlos en la nevera, según el truco publicado por la revista estadounidense Food52 y reseñado por OkDiario, esta forma permite conservar los limones frescos y jugosos hasta por un mes.
La fruta, que se caracteriza por su cáscara porosa, absorberá el agua, así no se secará y mantendrá el jugo intacto, explica el portal. Las personas que lo han probado aseguran que cada limón se mantiene fresco por muchísimo tiempo, incluso más que dejarlo dentro de la nevera o a temperatura ambiente.
Guardar los cítricos en la nevera parece ser un error, ya que si lo hacemos, estos pierden rápidamente su fragancia y se secan, es decir, pierden su «jugosidad». Entonces, ¿es mejor dejarlos sobre la mesa, en el frutero? Mejor solo si se consumen rápido, porque después de una semana a temperatura ambiente todavía estarán duros como pelotas de tenis.
El problema surge sobre todo cuando se trata de limones, fruta que generalmente usamos para aliñar y no para comer directamente (que es más común en las naranjas y mandarinas): necesitamos que nuestros limones se conserven por mucho tiempo, de modo que lo que tenemos que hacer es cambiar de estrategia.