Ventajas e inconvenientes tienen los coches híbridos. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Sí es verdad: los coches híbridos son la alternativa perfecta frente a los vehículos tradicionales y los eléctricos, dado que ofrecen multitud de ventajas. Los vehículos híbridos conjugan la autonomía, la comodidad y la versatilidad de uso, por lo que atraen cada vez a mayor número de conductores. Sin embargo, también es cierto que no todo son buenas noticias, tanto, que a veces las contras que poseen pueden terminar pesando más que sus pros.
La electrificación de los automóviles es una realidad que avanza a pasos agigantados. En pocos años los vehículos han pasado a ser unos aliados en pos de la eficiencia energética y el respeto al medio ambiente. Paso a paso, desde los coches híbridos hasta los vehículos completamente eléctricos, y en gran parte con muchas ventajas.
Los primeros aliados de la eficiencia energética
Una demostración más de que la movilidad eléctrica es la solución, ya no solo para el futuro, sino incluso para la actualidad. Y en esas, los vehículos con tecnología híbrida tienen mucho que decir. Hoy en día podemos encontrar multitud de vehículos que funcionan con tecnologías y combustibles alternativos.
Estos son los eléctricos, los combustibles sintéticos, Vehículos de Cero Emisiones Parciales (PZEV), híbridos, los híbridos-enchufables, coches de hidrógeno y los modelos movidos por autogas. Todos ellos se están haciendo como los grandes protagonistas del momento, compartiendo cartel con las limitaciones a la circulación de los vehículos más contaminantes. No obstante, hay una serie de estos que son los que más se tiende a enfocar, puesto que su favor mediomabiental es mayor y mucho más interesante.
Esto lo vemos con las tres variantes principales: los eléctricos puros (EV), los híbridos (HEV) y los híbridos enchufables (PHEV). Sin embargo, de los tres hay uno que llama su atención, sobre todo porque a menudo logra combinar lo mejor de un 100% electrificado y todo lo bueno que da el convencional. Hablamos de los coches híbridos, los mismos que tienen una serie de ventajas muy bien aprovechables por todos los usuarios y conductores.
Qué son
Durante estos últimos años se han generado muchos prejuicios sobre las ventajas de los coches híbridos, pero poco a poco la sociedad empieza a verlos como una alternativa a tener en cuenta. Para que nos hagamos una idea, y con los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, la FNAC, las matriculaciones de este tipo de automóviles creció en torno a un 26,45% en 2020 con respecto a 2019, y un 46% y 32% en 2019 y 2018, respectivamente.
Son números muy bien considerados si tenemos en cuenta que estos coches siguen siendo un buen planteamiento para cambiarse de lado de la electrificación. Pero vayamos al principio. ¿Qué es un coche híbrido? Como tal, son vehículos que son impulsados por dos motores de distinta naturaleza: por un lado, un eficiente motor de combustión y por otro, un potente motor eléctrico.
De este modo, el coche utiliza o alterna ambas fuentes de energía para moverse de una forma más económica y sostenible sin perder las prestaciones de un vehículo tradicional. Es decir; a veces circula sólo en eléctrico y otras con una combinación eléctrica y de combustión. Una situación que lo hace muy favorable para diferentes conducciones situaciones, tanto de conducción, como de eficiencia.
Al mismo tiempo, los hay con novedosas tecnologías que hacen porque funcionen de un modo mucho más completo. Es el caso, por ejemplo, de firmas como Toyota, pionera en este tipo de tecnología (patentó el primer modelo con motorización híbrida en 1974 y luego se lanzó con su Prius en 1994). De este modo, son coches que tienen una forma inteligente de gestionar la potencia y de seleccionar qué tipo de propulsión utilizan. En función de la calzada y las necesidades del conductor, el coche repartirá de una forma u otra el trabajo entre ambos propulsores.
Aspectos a considerar
Técnicamente, y según la definición anterior, un coche con dos motores de gasolina sería un híbrido. Sin embargo, es improbable que veamos híbridos de ese tipo. La razón de la existencia de los híbridos es que dos tipos de propulsores muy distintos pueden complementarse para dar lugar a un sistema de propulsión con más ventajas y menos inconvenientes.
Prestando atención a todas las que pueden ser las ventajas de los coches híbridos, es verdad que, de todas, el más importante es la eficiencia. Los motores eléctricos son muy eficientes en las situaciones en las que un propulsor de combustión interna es muy ineficiente. Y lo son por dos motivos.
El primero es que un motor térmico desperdicia más del 60% de la energía contenida en el combustible en forma de calor, mientras que la eficiencia de uno eléctrico ronda el 96%. El segundo es que tanto el propulsor de gasolina como el diésel son unidireccionales. Esto quiere decir que la energía fluye en una sola dirección: el combustible se quema, esa energía mueve el coche y vuelta a empezar. Esa energía nunca regresa.
A partir de ahí se dan distintos tipos de energía que fluyen de una manera o de otra. Es una de las formas que emplean los fabricantes para responder, de la manera más clara posible, a cómo entrega la energía este tipo de coches.
- Híbrido en serie. Lo hacen con un propulsor principal, que es el único encargado de mover al coche, y otro secundario, cuyo cometido es generar energía para el principal. Se tratan de coches que cuenta con un pequeño motor generador capaz de recargar la batería para aumentar su autonomía.
- En paralelo. Equipan con dos propulsores que accionan directamente las ruedas. Se le denomina paralelo porque ambos motores pueden propulsar simultáneamente, en sintonía, al vehículo
- Serie-paralelo. Son híbridos que cuentan con dos propulsores, conectados a las ruedas de manera que el propulsor térmico puede funcionar tanto en serie -cargando las baterías- como en paralelo -moviendo al coche.
Así, en un automóvil de combustión interna la energía está almacenada en forma de un combustible que, al quemarse, libera energía. Esa energía se transforma en movimiento en el motor de combustión. En el caso de los coches híbridos no es así, de ahí que sea bien visto como una de las grandes ventajas. Estos lo hacen contando con dos o más almacenes de energía y dos o más máquinas destinadas a transformar esa energía en movimiento. El resultado es una eficiencia mayor con un rendimiento superior.
Beneficios y desventajas
Como tal, este tipo de coches fueron creados con la vista principal en disminuir puntualmente el consumo de combustible de un vehículo. También denominados como autorecargables, HEV o híbridos no enchufables, afrontan su mayor peso en la que es la capacidad de desplazamiento en modo 100% eléctrico.
A diferencia de los eléctricos puros o de los enchufables, su autonomía es bien escasa. Pero en tiempos de ciudad o de circulación lenta, esta hace que sea su mejor característica. Esto es porque podremos desplazarnos sin gastar una gota de gasolina y sin emitir ni un gramo de CO2 a la atmósfera.
Es así que con esta tecnología normalmente consigue una mayor economía de combustible y menos emisiones que los convencionales motores de combustión interna. De hecho, las emisiones de estos vehículos híbridos de hoy en día se encuentran cada vez más cerca, o incluso por debajo, del nivel recomendado por la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos). De esta forma, los HEV logran reducir las emisiones al aire de contaminantes que forman smog hasta en un 90% y las emisiones de dióxido de carbono a la mitad. Pero hay más.
Más
limpios
Entre las grandes ventajas y favores que tienen estos coches híbridos es que circulan todo el tiempo hacia una energía más limpia que el resto de coches convencionales. Esto conlleva una bajada en las emisiones de CO2 y NOx, así como una mayor eficiencia de combustible.
Salvo cuando circulemos por autopista (donde se usa más el motor de gasolina), obtendremos buenas medias de consumo gracias al motor eléctrico que aprovecha las frenadas y desaceleraciones. Ventajas e inconvenientes tienen los coches híbridos.
Consumo reducido
Uno de los aspectos más diferenciadores, y que recalan en uno de los pros más diferenciadores tiene que ver con sus bajos niveles de consumo. Y es que, que toda la carga no recaiga sobre el motor de combustión interna implica que estos vehículos gasten mucho menos, por lo que se nota tanto en el gasto como en el ahorro en combustibles fósiles.
En este caso, las emisiones se reducen del 25% al 50%, y el consumo alrededor de un 15% y un 30%, dependiendo de diversos factores, por ejemplo, de si el coche es enchufable o no. Los no enchufables ahorran más, puesto que los enchufables gastan también en consumo de luz.
Sea como fuere, el motor híbrido es muy eficiente. Su gasto reducido se nota especialmente en la circulación por ciudad. Ahí es donde la motorización eléctrica actúa con mayor presencia, por lo que el ahorro es mayúsculo.
Elevados precios
El mayor inconveniente de los coches híbridos es su elevado precio, mucho mayor que el de los vehículos convencionales. De hecho, en la mayoría de los casos, ya no es que su costo inicial sea más caro que el de los vehículos convencionales, sino que incluso se pueden situar a la par de los 100% eléctricos.
Entonces es cuando viene la pregunta de si por un precio similar nos dirigimos a un coche de estas características, combinando estos dos motores, o podemos hacerlo hacia los eléctricos puros que ya hoy son bien considerados y bien vistos. Se espera que su progresiva expansión y el crecimiento de las economías de escala permita mejorar este aspecto.
Materiales poco sostenibles y mayor peso
Uno de los grandes frentes a afrontar por estos vehículos es que cuentan con materiales poco sostenibles y un peso que se tilda como una contra importante frente al resto de desventajas que podemos tener. Esto lo vemos, principalmente, en el proceso para conseguir obtener electricidad, donde se usan materiales escasos en la naturaleza o que necesitan ser extraídos usando complejos procesos químicos. Si se populariza este tipo de vehículo, puede suponer que se vuelva a tener un problema de materias primas.
Al mismo tiempo, se ve otro problema, esta vez relacionado con su peso. Porque, al incluir dos motores, los híbridos tienen como inconveniente que pesan más que sus equivalentes de gasolina. De este modo, los kilogramos a mayores son un lastre que debe de ser compensado con un mayor aporte de energía.
Acceso a centros urbanos y ventajas fiscales
Los centros de las grandes ciudades han anunciado y están implementando importantes medidas restrictivas de acceso que tiene como objetivo que solo puedan circular los coches más limpios (aunque en muchos casos el fin último es eliminar todo el tráfico). Y ahí, los coches híbridos cuentan con una de las ventajas más interesantes.
Asimismo, en nuestro país el sistema de etiquetas dictamina quien puede y quien no acceder según la fase del protocolo anticontaminación que esté activada, y los híbridos tienen calificación ECO, que les permite pasar, así como obtener descuentos en peajes, aparcamiento, etc.
Menor potencia en carretera
Dado que el motor eléctrico tiene mayor presencia a bajas velocidades, el comportamiento en carretera de estos vehículos no suele diferir en gran medida del de cualquier otro coche. De la misma forma, algunos automóviles híbridos pueden presentar una menor potencia en carretera y, según el caso, tal vez menos autonomía, aunque esto dependerá de cada modelo en cuestión.
Esto hace que se vea más como una desventaja o un inconveniente que en un favor preciso, sobre todo porque, aunque están bien vistos para hacer cientos de kilómetros en autovía o para viajes largos, llegará un momento en el que el coche se verá obligado a reducir sus niveles de rendimiento y prestaciones.
Reducción de mantenimiento
Si aún se consideran pocos los aspectos que suponen una reducción de costes, hay que añadir uno más: el mantenimiento. La consultora Audatex, en un informe titulado Vehículo y ahorro según motorización, lo ha cifrado en un 50%.
Es algo obvio, puesto en un vehículo híbrido el conductor se olvida completamente de conceptos clásicos que suponían un importante desembolso como la correa de distribución. Además, está demostrado que el desgaste de los frenos de disco es mucho más reducido. Si lo miramos desde los eléctricos 100%, observamos que modelos como el BMW i3 tampoco conllevan gastos de cambios de aceite de motor, ya que el vehículo no los necesita.