Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad

Lo que debes saber de este tema, en primer lugar, es si aplicas para subsidio creado por el Estado, por ello queremos empezar dándote a conocer los Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.

Estos requisitos van encaminados a probar que el solicitante ha actuado de buena fe. Por eso el juez tomará en cuenta los siguientes indicios:

Insolvencia: El deudor no ha incurrido en dolo o culpa exprofeso grave.
Sinceridad: ha actuado con franqueza y sin ocultar información relevante para el procedimiento. Una de ellas es demostrar que no tiene patrimonio con que pagar la deuda o que éste ya fue liquidado.
Libre de antecedentes penales: es decir, no ha sido condenado por delitos socioeconómicos, patrimoniales o de falsedad documental en los 10 años anteriores.
Conciliador: ha intentado llegar a un acuerdo extrajudicial de pagos con los acreedores de su deuda.
Buen pagador: El deudor, según el caso, ha satisfecho los créditos o gastos de notario y abogado o pagos a las agencias tributarias de seguridad social.
Es indispensable que no hayas recibido la exoneración en la década que antecede a solicitud de la Ley de Segunda Oportunidad. Es decir, que no se han exonerado otras deudas por vía judicial durante una década.
No debes haber rechazado ningún empleo para el cual te encontraras capacitado al menos en los 4 años anteriores.
Acepta ser incluido en el Registro Público Concursal: con ello conviene en que los acreedores que tengan interés legítimo puedan averiguar la situación en la que se encuentra.

Además, las personas cuya deuda supere los cinco (05) millones de euros no podrán ampararse en la Ley de Segunda Oportunidad.

¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?

Ya que conoces los requisitos queremos decirte ahora de qué se trata la Ley de Segunda Oportunidad, también conocida por sus siglas LSO.

La LSO es muy nueva, data del año 2015, y fue promulgada con el propósito de que se indulten las deudas de las personas que cumplan las condiciones y requisitos para.

Estos habitantes deben tener récord de buenos pagadores, quienes sin embargo, por las condiciones laborales actuales, se encuentran en apuros financieros.

Entonces, la Ley de Segunda Oportunidad o beneficio de la segunda oportunidad es un recurso legal que ofrece a particulares y autónomos la posibilidad de renegociar o incluso eliminar de forma total o parcial sus deudas cuando no le es posible hacer frente a su pago.

Gracias a ello puede sobrepasar situaciones difíciles de en las cuales adquirió endeudamientos excesivos y ahora no puede pagar a pesar de que tiene las mejores intenciones. Dicha normativa establece que se pueden cancelar todas las deudas ordinarias y subordinadas, excepto las derivadas de alimentos, o las de Seguridad Social y Hacienda, aunque hay jueces que en estos últimos casos realizan quitas y extensión en los plazos de pago.

Esta Ley tiene carácter social y económico ya que a través de ella se busca beneficiar a las partes (deudor y acreedor) sin perjuicio de ellas.

¿Cómo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?

Para acogerse a la LSO es necesario que el deudor entregue todos los bienes y activos que posee, excepto los que son imprescindibles para el desarrollo de su actividad empresarial, tales como taxis, camiones, maquinaria industrial, local comercial, etc., que obviamente requiere para producir, vender y adquirir ganancias que le permitan pagar.

Entonces en lo que estos bienes se liquidan, se procede a solicitar el pago de las deudas adquiridas a través del Juzgado.

Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad deberás en primer lugar, realizarse una solicitud de beneficio por LSO ante el juez conocedor del caso interpuesto por el acreedor o el concurso de acreedores en su caso.

Para ello deben acudir los representantes de las partes, así como también un procurador.

En cuanto al proceso para la solicitud es muy sencillo:

Debes presentar la solicitud de beneficio de la LSO a través de un escrito.
Posteriormente presentarlo ante el notario o registrador mercantil del domicilio del deudor según corresponda.
Acompañar la solicitud, si es el caso, de una propuesta o plan de pagos que no debe pasar de cinco años.
Establecer un mediador concursal, quién a su vez trabajará para mediar los intereses de los acreedores y del deudor, según los ingresos y gastos de éste.
En caso de rechazo del plan de pago por el acreedor, el mediador recurre al Juzgado de Primera Instancia o al Juzgado Mercantil para pedir una de concurso donde se incluya un plan de liquidación del activo del deudor.
Una vez concluida la liquidación, se solicitará el cierre del concurso y el juez pedirá la resolución condonando toda la deuda.

¿Cómo se solicita la ley de segunda oportunidad?

Para realizar la solicitud del beneficio correspondiente a la LSO deberás seguir los siguientes pasos.

Tomar la decisión.
Asistir a la Notaria, Cámara de Comercio o Registro Mercantil, según el caso.
Nombrar el Mediador.
Celebrar una Junta de Acreedores.
Buscar un acuerdo extrajudicial de Pagos.
Concurso Consecutivo.
Nombramiento del Administrador Concursal.

Ten en cuenta que puedes emplear los medios electrónicos para presentar tu solicitud sin ningún coste si no eres empresario.

Al entregar estos datos ya el acreedor no puede realizar ningún embargo o solicitud de pago de la deuda de modo compulsivo pues el beneficio aporta seguridad jurídica al solicitante, propicia las negociaciones y ofrece una perspectiva fiel de la situación de insolvencia del deudor.

Veamos de modo más detallado en qué consiste este modelo y cuáles son los efectos de su presentación.

Una vez rellenado el modelo de solicitud, debe entregarse al Notario de tu domicilio, pero si eres empresario o representas a una entidad inscribible en el Registro Mercantil, tienes que asistir a estos sitios:

El registrador mercantil de tu domicilio.
La Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación, en su caso.
La Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de España.

¿Quién puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?

La Ley de Segunda Oportunidad está dirigida tanto para personas naturales y jurídicas que estén atravesando una situación económica inestable que no les permite cancelar sus deudas de la manera que lo había programado.

Anteriormente solamente las empresas podían declararse en bancarrota, de allí la novedad de esta Ley española que algunos consideran la más importante después de la Constitución de ese país.

El procedimiento será el mismo en caso de particulares y autónomos, diferenciándose únicamente en que para los primeros se inicia con el proceso ante el notario, mientras que para los sujetos autónomos debe irse al Registro Mercantil o Cámara de Comercio correspondiente.

La duración de dicho proceso según cada caso va desde unos pocos meses a más de un año si el juzgado está saturado en el lugar. En el caso de empresas, en lugar de la Ley de Segunda Oportunidad estas tienen a su disposición el concurso de acreedores.

Modelo de solicitud para la Ley de Segunda Oportunidad

El primer paso para librarte de todas tus deudas es presentar el modelo de solicitud de la Ley de Segunda Oportunidad, regulado en la Orden JUS/2831/2015, y el cual reúne toda la información requerida para tramitar el proceso, e incluye lo siguiente:

Identificación y estado civil con los datos de la pareja (casado o no), si es cotitular de algún patrimonio económico matrimonial. Además, deberás el domicilio familiar, teléfonos celular y de casa; hijos u otros familiares a quienes debas mantener.
Declaración de cumplir con los requisitos del artículo 231 de la Ley Concursal del 22/2003.
Tipo de insolvencia (actual o inminente) y razones de las que trae causa.
Estimación del importe global de las deudas y del valor de bienes y derechos integrados en tu patrimonio.
Inventario (documentado) de bienes y derechos. Esto incluye:

-Ingresos regulares previstos. Es decir, rentas, salarios, pensiones.

-Bienes y derechos necesarios para desarrollar tu actividad.

-Cuentas bancarias e importe depositado en ellas.

-Capital mobiliario. Es decir, acciones, participaciones, obligaciones, préstamos, depósitos, seguros, arrendamientos…

-Propiedades inmobiliarias, acompañadas del certificado de dominio y cargas o gravámenes.

-Lista de acreedores, que debe detallar la identificación, forma de contacto, cuantía debida, fechas de vencimiento y amortizaciones previstas respecto a cada acreedor. En este sentido también deberás indicar:

-Aquellos créditos sometidos a garantías reales.

-Contratos en vigor.

-Gastos mensuales previstos.

-Trabajadores a tu cargo.

Beneficios que ofrece la Ley de Segunda Oportunidad

Lo beneficios que puedes obtener gracias a la LSO son los siguientes:

Volver a pedir financiación.
Desaparecer de los listados de morosidad.
Volver a tener tarjetas de crédito.
Empezar una nueva vida.